Indiana Jones and the Staff of Kings es un juego mediocre, como mínimo. Por
más que en el manual del buen escritor esté terminantemente prohibido el emitir
una opinión semejante en la primera línea de una nota, queremos que les quede
muy en claro el concepto. Al parecer, la saga Indiana Jones ha tocado fondo,
tras una película de dudosa calidad estrenada el pasado año, y complementada
ahora por un videojuego que no se parece en nada a maravillas como Indiana Jones
and the Fate of Atlantis. Ni siquiera se trata de un juego que pueda estar a la
altura de Indiana Jones and the Emperor’s Tomb, título que en su momento estuvo
lejísimos de ser perfecto.
Indiana Jones and the Staff of Kings es un juego
de acción y aventura basado en el famosísimo arquéologo. La historia, que
supimos anticipar hace unos meses en esta misma web, es quizás lo más
rescatable, contando con varios homenajes y reminiscencias a la trama de las
primeras películas. Hay algunos agujeros importantes en el guión, pero en
comparación con los otros errores, se trata de defectos ínfimos. Antes de pasar
al segmento de los palazos, hay que mencionar que el trabajo realizado tanto en
lo relativo al audio como al apartado visual, es bastante bueno si se tienen en
cuenta los estándares medios de la actual consola de Nintendo. Los personajes
lucen estilizados y reconocibles, además de que los escenarios gozan de una
ambientación interesante. Habiendo dicho esto, pasemos a evaluar el lado oscuro
del juego.
El mayor de los problemas de esta versión es sin dudas el esquema de control. Al
parecer los desarrolladores nunca le encontraron la mano a la combinación
Wiimote-Nunchuk, porque estamos en presencia de uno de los controles más duros e
imprecisos de todo el catálogo disponible para Wii. Desde las peleas cuerpo a
cuerpo, hasta la utilización del látigo, todos los movimientos que requieran un
mínimo de precisión terminan siendo una pesadilla para cualquier jugador. Más
si se tiene en cuenta que la mayor parte de la aventura estará centrada en las
peleas cuerpo a cuerpo contra enemigos de dudosa inteligencia, y estando
demasiados separadas las zonas para grabar la partida. Es decir que no sólo será
complicado cumplir ciertos objetivos por las deficiencias en el control, sino
que la estructura misma de las misiones complica las cosas. Mejor no hablemos
de los enigmas, que no están a la altura ni de la peor aventura gráfica creada
por un aficionado. Realmente lo único que vale la pena del juego es que puede
habilitar y, obviamente, jugar a Indiana Jones and the Fate of Atlantis. La
pregunta entonces tiene que ver si se justifica comprar un juego nuevo para Wii
únicamente para poder disfrutar de una aventura disponible para PC desde hace ya
casi 20 años. Y la respuesta es sencilla: NO.