Análisis: Section 8 (Xbox 360)

Tras hacerse un nombre con sagas tan conocidas como F.E.A.R. y Kohan, los chicos de la desarrolladora TimeGate Studios vuelven con un nuevo título. Se trata de un FPS con grandes opciones multijugador al que llevábamos siguiendo la pista desde hace tiempo, y que ha aparecido tanto en PC como en la Xbox 360 de Microsoft. La versión de compatibles ya la hemos analizado, por lo que en ésta ocasión vamos a centrar nuestra atención en la de Xbox 360. En base se trata del mismo juego, un apasionante título de acción en primera persona con ambientación futurista, y un sistema multijugador muy emocionante. El objetivo de los desarrolladores con éste título era que viviéramos las batallas desde un punto de vista más cercano e inmediato, no apareciendo en el terreno de combate arma en mano, sino cayendo desde el cielo a gran velocidad. Con éste factor se incorpora una característica adicional: la habilidad para controlar el lugar del nivel donde deseamos caer y comenzar a batallar. En base a nuestra estrategia de combate iremos al meollo del asunto o nos replegaremos para avanzar en compañía de nuestros compañeros. Al margen de esto se trata de disparar o morir bajo el fuego enemigo, algo a lo que todos los fans de los FPS están ya muy bien acostumbrados.

El futuro: los humanos ya se han extendido por el espacio y han colonizado otros lugares de la galaxia. Pero algo no ha cambiado nada respecto a tiempos pasados: todavía hay grupos de rebeldes y terroristas que se confabulan para crear la inestabilidad entre los humanos. Uno de estos grupos, conocido como el Brazo de Orion, está desconectando las comunicaciones entre algunos de los planetas colonizados más alejados y el gobierno principal de la humanidad. Por desgracia, como el viaje interestelar es lento, cuando los soldados del gobierno llegan a los lugares atacados, ya es tarde para capturar a los terroristas. Pero en un soplo de suerte, los responsables del gobierno descubren la posición de los miembros del Brazo de Orion y deciden enviar a su tropa más poderosa: la sección 8. Se trata de una unidad de infantería armada con grandes armas y trajes especiales que les dan a sus portaros enormes ventajas respecto a sus enemigos. El protagonista, Alex Corde, es uno de los miembros de éste pelotón, y a quien nosotros controlaremos desde el inicio de la aventura.

Como decíamos en la introducción, Section 8 propone saltar al campo de batalla desde estaciones en órbita a más de 15,000 pies de altura. Esto abre muchas opciones a planificar estrategias antes de llegar a tierra, pero además aporta un factor bastante espectacular mientras caemos a toda velocidad. La sensación puede dar hasta vértigo, aunque cuando estemos cerca del suelo sólo pensaremos en empezar a disparar como locos, especialmente si algún enemigo nos está esperando en tierra disparándonos mientras caemos. Mientras caemos del cielo podemos determinar el punto en el cual comenzaremos, bajo una selección determinada por el nivel y la situación. Como ya hemos dicho, permite ir directamente hasta el corazón de nuestros oponentes, reunirnos con compañeros, o aparecer en zona neutral para introducirnos lentamente en el combate. La pregunta a cómo pueden resistir los personajes del juego esas caídas se responde con dos palabras: trajes mecanizados. Con ellos pueden aguantar la presión del aire al caer (y ahorrar quedarse chafaditos), acelerar su velocidad de forma sobrehumana, absorber los daños (y que así dos disparos no acaben con ellos) y aumentar su agilidad de manera muy notable. Con los movimientos adecuados también podremos dar saltos de gran potencia, o incluso movernos horizontalmente a gran velocidad para dejar a nuestros enemigos boquiabiertos. La idea es que durante los combates realmente parezca que estamos jugando con un traje mecánico de aspecto futurista, aunque en base sigamos siendo normales humanos.

En el modo campaña participaremos en misiones clave de la historia desarrolladas a base de objetivos, como destruir x zona del oponente o capturar un territorio. No es el modo campaña más apasionante que hayamos visto en el género, pero teniendo en cuenta que el principal incentivo de Section 8 es su modo multijugador, éste monojugador cumple de sobras. En él también contaremos con el apoyo de soldados controlados por la computadora, quienes por regla general actúan de forma inteligente y consecuente con lo que está ocurriendo en el nivel. Mención especial merecen unas misiones dinámicas que se activarán en ciertos momentos y que, sin ser obligatorias, nos pueden proporcionar buenas dosis de puntuación al llevarlas a cabo.

A la hora de jugar contamos con arma primaria y secundarias, con un amplio surtido de modelos que por lo general no son demasiado futuristas, sino que se presentan a modo de versiones avanzadas de armas ya existentes, como rifles de asalto, rifles de francotirador, o pistolas tradicionales. Cómo no, también hay cuchillos y granadas, permitiendo que accedamos a un buen surtido de armas secundarias que nos pueden sacar de más de un apuro en situaciones de riesgo. Pero las armas no será lo que más determine las habilidades de nuestro personaje, sino cómo mejoremos y alteremos su clase a lo largo del juego. Haciendo esto podremos determinar la forma en que mejorarán aspectos del héroe, como la velocidad, la frecuencia con la que usaremos el jetpack (con el que podremos sobrevolar el decorado, con todo lo que eso conlleva), o nuestra capacidad de defensa. Lo haremos a base de mejoras situadas en lugares específicos del cuerpo de nuestro personaje que, a partir de su uso, será importante proteger con más cuidado (aunque normalmente resulta complejo cuanto menos). Junto a las armas otro aspecto importante del sistema de combate son los vehículos, los cuales iremos adquiriendo a lo largo de la partida mediante el dinero que hayamos ganado. Hay que reconocer que una vez hagamos balance, apreciaremos que el uso de vehículos queda muy en segundo plano si buscamos la mayor efectividad en el combate. Ofrecen una buena potencia de fuego, pero por lo general no resultan muy efectivos cuando nos encontramos en situaciones delicadas, donde atacar con las armas básicas resulta mucho más eficiente.

El modo multijugador encantará a los amantes de los FPS multitudinarios, permitiendo que hasta 32 jugadores se líen a tiros en campos de batalla de gran tamaño. En estos enfrentamientos prima el combate en equipo, siendo imprescindible ponernos de acuerdo con el resto de nuestros compañeros para no caer víctimas del primer grupo hostil con el que nos encontremos. Cabe destacar, además, la precaución que debemos tener cuando caigamos desde el cielo a toda velocidad. Esto se debe a que al estar todos los personajes en acción, podemos caer cuando esté explotando una granada, o cerca de un grupo de enemigos que nos atacará de forma instantánea sin dudarlo. Las partidas multijugador no suelen tener falta de gente interesada en participar, pero si quedan huecos siempre podemos insertar bots controlados por la computadora.

Con la ambientación presentada en Section 8 era imprescindible que los desarrolladores nos ofrecieran escenarios de enorme tamaño en los que combatir. Y lo han hecho, siendo en algunos casos tan grandes que si nos separamos del grupo (sean nuestros compañeros o los oponentes), nos costará tiempo volver al centro de la acción. Por suerte, la habilidad para correr a toda la velocidad, o el uso del jetpack, que nos permitirá ascender hacia lugares elevados, será una buena forma de alcanzar a nuestros rivales con facilidad. Volviendo a los decorados, destacar el nivel de detalle de las distintas localizaciones, todas de aspecto futurista y con un diseño muy atractivo. Los enemigos no son demasiado variados, pero las animaciones tanto de estos como de nuestro personaje y sus compañeros son fluidas y contundentes, lo cual eleva los puntos del apartado. Aunque sin duda lo más espectacular es la sensación de caer desde el cielo a toda velocidad, siendo ésta prácticamente ya la característica más conocida y representativa de Section 8.

Una historia tan potente como la de Section 8, con diálogos y conversaciones que merece la pena entender para seguir el hilo, merecía una localización al castellano. Por suerte, Koch Media ha cumplido con la voluntad de los usuarios y nos ofrece un trabajo en nuestro idioma a la altura de las circunstancias. Los sonidos también tienen gran fuerza, destacando el efecto de las armas y las explosiones, como en todo buen FPS futurista que se precie. Y en cuanto a la banda sonora, su compositor es Jason Graves, experimentado músico que ya ha dotado de canciones a muchos videojuegos bélicos y futuristas. En ésta ocasión combina el estilo de las fanfarrias militares con temas más al estilo ciencia ficción, dando como resultado una serie de canciones más que apropiadas.